MIRTO, EL BOJ DEL MEDITERRÁNEO

Algo cansado y sorprendido del difundido uso del Boj en la Región de Murcia al fin me he decidido a romper una lanza por una planta cuyo uso considero mucho más adecuado para los fines a los que suele encomendarse el Boj en jardinería, y esta planta de la que hablo es el Mirto.

El Mirto (Myrtus communis) y el Boj (Buxus sempervirens)son dos conocidas especies de arbustos o pequeños arbolillos autóctonos que se encuentran fácilmente de forma natural y por supuesto cultivados en España. Desde antaño se han usado en jardinería por sus características ornamentales además de tener otras muchas virtudes.

La distribución natural de estas plantas en España podría resumirse a groso modo diciendo que el Boj pertenece más a la parte norte y oriental caliza, estando presente en casi todas las zonas montañosas,  y el Mirto es más térmico y se distribuye por la franja mediterránea, también con gusto reconocido por las tierras calizas.

Con estos someros datos de distribución y pensando solamente en el campo  de la jardinería y el paisajismo no he podido evitar titular así esta publicación (Mirto, el Boj del Mediterráneo) pero muy consciente del error geobotánico que entraña.  Hay boj en el Mediterráneo (incluso una especie Balear, Buxus Balearica), no cabe duda, pero limitado a pequeñas zonas bioclimáticas propicias. Es muy diferente hablar de botánica que de jardinería así que me he permitido el desliz solo por las similitudes físicas entre ambas plantas y los casi idénticos usos ornamentales que suelen tener, aunque estas dos especies ni siquiera pertenecen a la misma familia botánica.

El caso es que hace ya tiempo que el Boj, tan usado desde antaño en climas más propicios, entró a formar parte de la vida de muchos jardines murcianos como una oleada de modernidad que no tuvo en cuenta algo fundamental: el clima es totalmente inapropiado.  Se ha puesto mucho en maceteros y jardineras protegidas o a la sombra, recortado en espiral, conos u otras formas de para dar `clase´ a la entrada de las casas y en setos, pero quedando muy lejos de ser la planta frondosa, refrescante y de verde intenso que crece en buena parte de la mitad norte española y condenada en la mayoría de los casos a padecer una vida corta, con enfermedades, plagas, exceso de insolación, falta de riego y en general falta de los cuidados adecuados por encontrarse tan alejado de su óptimo climático natural. Las modas pueden ir cogidas de la mano del absurdo y aquí hay un buen ejemplo.

Parece ser que pocos de los `especialistas´ caímos en la cuenta de que el Boj tenía un hermano «mellizo» (repito, solo en apariencia, no botánicamente) en nuestras tierras: El Mirto, también conocido como Murta o Arrayán, planta que solo por mera lógica es la sustituta natural del Boj para los usos que a este suelen encomendársele, o la que ocupa de forma natural su nicho ecológico en la zona mediterránea.

El Mirto es una planta de hoja perenne, color verde oscuro y lustroso, aromática, de hermosa floración blanca, que se deja dar forma sin dificultad para hacer topiaria de cualquier tipo y que presenta muy escasas enfermedades o plagas. Es lo que lo que en jardinería podría llamarse una planta casi diez. En lugares propicios el Boj tiene casi las mismas virtudes (excepto la espléndida floración y el intenso aroma) pero plantado en estas latitudes es pasto de enfermedades y carencias varias.

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Flores de Mirto

Podría decirse que es de cajón, que el Mirto es más adecuado, pero no paro de ver jardines con setos de Boj por tierras murcianas, y me resulta extraño, chocante, que un profesional recomiende esta planta en estas latitudes de larga y tórrida canícula. Aun es más llamativo que muchos «murcianicos» sepan perfectamente que es un Boj y no tengan ni idea de que es el Mirto, o el Arrayán o la Murta, que me ha pasado en multitud de ocasiones. Y vuelvo a pensar en el daño que las modas pueden llegar a hacer en su inocente ignorancia.

El Mirto es una planta mediterránea fundamental, históricamente, cultivado posiblemente desde épocas prehelénicas, nunca dejó de usarse para multitud de fines desde los citados ornamentales a múltiples usos terapéuticos, pasando por el uso de su madera, siendo posiblemente en la actualidad cuando está pasando su mayor declive, al menos en lo que a la atención humana se refiere.

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Patio de los Arrayanes (Alhambra de Granada), con el seto cuidadosamente formado

El Mirto ha dado nombre a lugares tan magníficos e históricos como el Patio de los Arrayanes, en la Alhambra de Granada, y a otros más modestos pero que hablan de su presencia en pequeñas localidades como Las Murtas (pedanía de Moratalla), aunque su topónimo más importante es que muy probablemente sea el   origen de la palabra Murcia. No conozco ninguna referencia histórica al Boj por tierras murcianas (aunque tal vez la haya, que la planta, aunque bastante escasa, haberla la hay en algunos rincones de nuestras sierras).

Como otras muchas plantas, el Mirto, ha tenido su evolución dentro del mundo de la jardinería en modo de nuevos cultivares, como el Myrtus communis `tarentina´ (parece ser que no es una subespecie como algunos defienden), variedad más compacta y por lo tanto de recorte más agradecido, por lo que aun mejor se lo ponemos a los jardineros más caprichosos.

Y bueno, pues solo eso, que en mi opinión el Boj por tierra murcianas es algo un tanto tirante, aquí el Mirto es su sustituto natural, aunque en realidad esto no debiera plantearse así, sino más bien al revés, como que en los usos más generales del Mirto (generalmente para setos bajos y ejemplares recortados) algún caprichoso podría aventurarse a poner Boj.

Tampoco quiero que se piense que niego al Boj toda oportunidad en la tierra del limón, al igual que algunas zonas del norte peninsular seguro que se puede usar el Mirto sin demasiados problemas aquí ocurre lo mismo con el Boj, pero son casos concretos, y lo que intento con este escrito es hacer valer las virtudes de una maravillosa planta que ha sido parte de nuestra historia desde tiempos inmemoriales, que no todo es Boj, y menos por Murcia.